Edward Norton Lorenz planteo en 1972 la teoría del caos o más comúnmente llamado el Efecto mariposa, donde tenia como slogan que el aleteo de una mariposa en Brasil, podría desatar un tornado en Texas.
Aquel 28 de junio de 1928, un grupo de comerciantes, hizo su primer aleteo, para iniciar una tormenta de ideas que han tenido su impacto sobre Esperanza y la región.
Lo antes mencionado, me recuerda una frase del Gobernador de nuestra provincia, que vale la pena citar …”NO DISCUTIMOS EL PASADO, DISCUTAMOS EL FUTURO”, esta muy acorde a la conclusión a la que han llegado los sociólogos que dice que los países subdesarrollados viven añorando el pasado y pensando en las ideologías y los países desarrollados viven obsesionados por el futuro y son totalmente pragmáticos.
Hoy nos encontramos, como hace ya muchos años, con la crisis cíclica Argentina, donde hemos sido el país que más ha retrocedido en términos económicos y sociales en la región sudamericana. Anclados en los logros de nuestros innovadores y grandes políticos, nos quedamos en la retórica, gozando de la inercia de las conquistas de esos tiempos, anestesiados con sobredosis de éxito, la arrogancia de quien ha recibido sin hacer y sin la humildad de los grandes que construyeron.
Hoy la patria con las manos vacías, con hambre, y herida, nos pide la entrega, la entrega de cada uno, para recomponer todo lo que no se hizo antes.
El mundo vive cambios extraordinarios, nuestras empresas tienen la oportunidad de subsistir si estamos dispuestos a prepararnos para el escenario actual y futuro, que exige adaptarse a las nuevas formas de comercializar, de producir, de brindar servicios. La comunicación ha transformado al mundo un el gran mercado, y en la gran vidriera, la eficiencia logística ha posibilitado llegar hasta, o desde cualquier punto del planeta mercancías, y este contexto nunca antes experimentado nos ha cambiado nuestros paradigmas tanto de producción como de consumo.
Hoy la inversión mas importante esta en infraestructura, en infraestructura mental…. Porque si no abrimos diferentes rutas de conocimientos, puentes de integración entre sectores, redes de asociación entre estado/instituciones/trabajadores/empresarios, no podremos hacer frente al futuro, y tiene como resultado la pobreza de la Nación.
Ese resultado de una sociedad individualista, es el más claro ejemplo de la falta de inteligencia colectiva, o egoísmo bruto de pensamiento improvisado. Necesitamos invertir en inteligencia social, la que integra la inteligencia individual y la complementa con los otros actores, una comunidad pensando como un único ser, que trabaja por su bienestar. Debemos crear un producto de la mejor calidad posible, el resultado de las políticas de estado es la sociedad obtenida, la calidad de esta, depende exclusivamente de las políticas de estado.
El PRODUCTO SOCIEDAD, tiene como materia prima la gente y como herramientas, LA EDUCACIÓN, EL EJEMPLO, LA DISCIPLINA, y como estímulo, EL AMOR A LA PATRIA.
Ojalá, sepamos en estos tiempos, torcer el timón del destino para pasar de la decadencia individual a la prosperidad colectiva… Ojala movamos las alas iniciando la brisa para generar el gran aventón de ideas… como lo han hecho ellos en 1928.
Por Rubén Wöhr- Presidente CICAE